La difícil travesía de los migrantes en la frontera norte de México continúa, con condiciones precarias y peligros que amenazan su salud física y mental.
Los relatos de los migrantes pintan un cuadro desgarrador: viajes sin dinero, hacinamiento en trenes o en compartimentos de frigoríficos de tráileres, y una exposición constante a peligros y violencia en su travesía por hasta ocho países antes de llegar a la frontera.
La falta de acceso a servicios de salud en México es una de las principales preocupaciones en esta crisis humanitaria, y organizaciones civiles y autoridades locales están brindando asistencia para combatir la desnutrición y la deshidratación.
A pesar de los obstáculos, los migrantes mantienen la esperanza de llegar a su destino en Estados Unidos, buscando asilo y reunirse con sus seres queridos.