Este domingo, familiares de las víctimas del atentado al casino Royale en 2011 se reunieron para la develación de un monumento en su honor. El memorial, ubicado en el predio donde estaba el casino, presenta el símbolo 52+2 al centro, con cruces y nombres de las víctimas en dos placas laterales, y una frase conmemorativa: “Que su sangre derramada y las lágrimas de sus familias les persiga siempre y no encuentren paz donde quiera que estén”.
El evento fue convocado por la Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Nuevo León y contó con la presencia de Samara Pérez Ortiz, vocera de los familiares afectados, quien perdió a su hijo en el atentado. Pérez Ortiz criticó el abandono por parte de las autoridades gubernamentales, subrayando la falta de empatía y apoyo hacia las familias de las víctimas.
El encargado de Despacho de la presidencia municipal de Monterrey, Francisco Bahena, también participó en la ceremonia, destacando la importancia del monumento como un recordatorio para los gobiernos futuros sobre la necesidad de trabajar por la paz y la justicia. En el evento estuvieron presentes sobrevivientes, la presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Susana Méndez Arrellano, y personal del municipio y del Gobierno de México.