Un estudio publicado en Nature Communications señala que la contaminación por nitrógeno podría agravar significativamente la escasez de agua limpia en el futuro.
Basado en modelos, el análisis realizado por la Universidad de Wageningen y otros investigadores revela que la contaminación del agua debe ser considerada junto con la cantidad de agua disponible.
El estudio examinó más de 10.000 subcuencas a nivel mundial, concluyendo que el número de áreas afectadas por la escasez de agua podría aumentar drásticamente si se tiene en cuenta la calidad del agua.
Este hallazgo subraya la importancia de abordar tanto la cantidad como la calidad del agua para evitar una crisis hídrica global en 2050.